viernes, 23 de noviembre de 2018

AUDICIÓN



La audición es la percepción de las ondas sonoras que se propagan por el espacio, en primer lugar, por nuestras orejas, que las transmiten por los conductos auditivos externos hasta que chocan con el tímpano, haciéndolo vibrar. Estas vibraciones generan movimientos oscilantes en la cadena de huesecillos del oído medio (martillo, yunque y estribo), los que son conducidos hasta el perilinfa del caracol. Aquí las ondas mueven los cilios de las células nerviosas del órgano de Corti que, a su vez, estimulan las terminaciones nerviosas del nervio auditivo. O sea, en el órgano de Corti las vibraciones se transforman en impulsos nerviosos, los que son conducidos, finalmente, a la corteza cerebral, en donde se interpretan como sensaciones auditivas.


El sistema auditivo es el conjunto de órganos que hacen posible el sentido del oído en un ser vivo, es decir, lo facultan para ser sensible a los sonidos. La función de nuestro sistema auditivo es, esencialmente, transformar las variaciones de presión originadas por la propagación de las ondas sonoras en el aire en impulsos eléctricos (variaciones de potencial), información que los nervios acústicos transmiten a nuestro cerebro para la asignación de significados.



La cóclea, antiguamente llamada caracol, es la parte "auditiva" del oído interno, que se encuentra en el hueso temporal. Su nombre (que proviene del término griego que significa "concha") se debe al arrollamiento en espiral de esta estructura, que se produce durante el desarrollo.

La cóclea se comunica con el oído medio por dos orificios cerrados por membranas: la ventana oval , que limita la base de la rampa vestibular y sobre la que se adosa el estribo (ver oído medio) y la ventana redonda que cierra la base de la rampa timpánica y que sirve como sistema de descompresión.



El órgano de Corti es el elemento sensitivo del oído interno y puede considerarse como el micrófono del cuerpo. Está situado en la membrana basilar, en uno de los tres compartimentos de la cóclea. Contiene cuatro hileras de células ciliadas que sobresalen de su superficie. Por encima de ellas está la membrana tectoral, que puede moverse en respuesta a las variaciones de presión en los canales llenos de líquido timpánico y vestibular. Hay unas 16.000 -20.000 células ciliadas distribuidas a lo largo de la membrana basilar, que sigue a la espiral de la cóclea.


El sonido entra al oído por el canal auditivo externo y hace que la membrana del tímpano vibre. Las vibraciones transmiten el sonido en forma de energía mecánica, mediante la acción de palanca de los huesecillos hacia la ventana oval.

Después, esta energía mecánica es trasmitida por los líquidos del oído interno a la cóclea, donde se convierte en energía eléctrica que viaja por el nervio vestíbulo-coclear hacia el sistema nervioso central, donde es analizado e interpretado como sonido en su forma final. Durante este proceso de transmisión, las ondas sonoras encuentran protuberancias cada vez más pequeñas, desde el pabellón auricular hasta la pequeña ventana oval, que resultan en incremento de la amplitud (o volumen) del sonido


La vía auditiva es un camino complejo formado por tres estaciones sinápticas, además de otras ubicadas en el complejo olivar superior y en los núcleos del lemnisco lateral y en el tubérculo cuadrigémino posterior.








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